El ciclo de la alta fertilidad

El ciclo de la alta fertilidad

Antonio Jiménez 
Ceva salud animal 
antonio.jimenez@ceva.com

Es bien conocida la situación de “círculo vicioso” de las vacas que tardan en quedar gestantes, paren con demasiada condición corporal, y vuelven a ser vacas problemáticas en la siguiente lactación. Se resumen aquí algunas ideas y datos generados recientemente de que mejorando la reproducción se puede lograr que las vacas no paran con demasiada condición corporal, optimizando su salud y la reproducción de la siguiente lactación. Un hecho interesante que se ha encontrado es que conseguir la gestaciónEstado entre la implantación y el parto de las hembras gestantes de especies vivíparas. antes de 130 días en leche ayuda a mejorar la fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón de la siguiente lactación. Podemos llamar a este fenómeno “El ciclo de la alta fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón” (Middleton, 2019).

El periodo de transición, definido como el periodo desde 3 semanas antes del partoDar a luz un ternero. hasta 3 semanas después del partoDar a luz un ternero., representa un reto en el que se incrementan la producción de leche y la ingesta de materia seca. En muchas vacas existe una falta de sincronizaciónDos o más eventos que ocurren al mismo tiempo o en una sucesión precisa de coordenadas: la sincronización del estro permite una inseminación artificial organizada y agrupada. entre estos dos procesos que puede resultar en un balance energético negativo. Por eso, lo más frecuente en vacas de leche es que pierdan condición corporal tras el partoDar a luz un ternero. como reflejo de ese balance energético negativo. Una mayor pérdida de condición corporal produce generalmente menor ciclicidadCaracteriza lo que es cíclico: vuelve a intervalos regulares y se repite en un ciclo. Volver a la ciclicidad es muy importante en la fase de post-parto., menor tasa de concepción a primera inseminación y más problemas de salud. La hipótesis de Britt (Britt, 1992) [1] consiste en la idea de que las vacas que tienen pérdida de condición corporal en la lactación temprana tienen menos progesteronaHormona esteroide secretada por el cuerpo lúteo del ovario que tiene la propiedad de hacer que el endometrio se prepare la implantación, el mantenimiento y el desarrollo del óvulo fecundado. (La progesterona también tiene efectos sobre el miometrio, el cuello uterino, la vagina y la ubre). Inhibe la secreción de GnRH por retroalimentación negativa sobre la pituitaria. y peor fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón que las vacas que mantienen o ganan condición corporal.

Un estudio muy interesante publicado en 2014 reportó que en la subpoblación de vacas que consiguen mantener o ganar condición corporal durante las 3 primeras semanas posparto hubo un aumento muy significativo de la tasa de concepción con el protocolo doble Ovsynch: las fertilidades evaluadas a 40 d de los grupos de vacas que perdieron, mantuvieron o ganaron condición corporal fueron 25,1%, 38,2% y 83,5% [2]. Conociendo esta posibilidad y para comprender mejor la asociación entre el intervalo entre partos previo, la condición corporal al partoDar a luz un ternero. y su variación después del partoDar a luz un ternero. con la salud y la fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón, se realizó otro estudio muy interesante publicado en 2019, que se resume a continuación [3].

Estudio sobre el efecto de la fertilidad en los resultados en la siguiente lactación

Este estudio se realizó en una granja de 1000 vacas con 3 ordeños al día con una media de 42 kg/vaca ordeñada/día. Las vacas en lactación tenían 3 raciones, la de lactación temprana, primer partoDar a luz un ternero. y multíparas, y las vacas secas tenían dos raciones: dieta de secas y preparto. Las vacas eran evaluadas en cuanto a condición corporal con la escala de 1 a 5. Todas las vacas se sincronizaban con G6G para inseminarse de una manera sistemática a 75-81 días en leche y las vacas diagnosticadas vacías a 35 días post-inseminación se enrolaban de nuevo en un G6G. Se registraba el intervalo entre partos previo, la duración de la gestaciónEstado entre la implantación y el parto de las hembras gestantes de especies vivíparas., los eventos alrededor del partoDar a luz un ternero. (partoDar a luz un ternero. simple o doble, sexo, enfermedades) y los datos de producción. Se crearon dos grupos de vacas: el grupo de las que perdían condición corporal y el de las vacas que mantenían o incluso ganaban condición corporal en los 30 días tras el partoDar a luz un ternero..

Resultados

  • El intervalo entre partos previo se correlacionó positivamente con la condición corporal al partoDar a luz un ternero. y con el grado de pérdida de condición corporal. La mayor condición corporal al partoDar a luz un ternero. resultó en una mayor pérdida de condición corporal durante los primeros 30 días en leche.
  • El porcentaje de vacas que perdieron condición corporal (80%) fue mayor que el porcentaje de vacas que mantuvieron o ganaron condición corporal durante los primeros 30 días del estudio (20%). Esta proporción puede ser muy representativa de muchas granjas actualmente, sin embargo es muy diferente del 58% de vacas que mantuvieron o ganaron condición corporal en las primeras 3 semanas observado en el estudio de Carvalho de 2014. En este estudio se relacionaba esta situación con el efecto de la dieta única en todo el periodo seco, rica en fibra y de energía controlada, aplicada en las granjas del estudio, asociada con menor pérdida de condición corporal y mayor fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón (Cardoso et al., 2013). Es posible también que en ambos estudios hubiera diferencias entre el tiempo en el que se estuvieron aplicando anteriormente medidas reproductivas para reducir el intervalo entre partos.
  • En primíparas hubo una diferencia numérica pero no significativa en la tasa de concepción en el grupo que ganó o mantuvo condición corporal en comparación con el que perdió condición corporal en el primer mes, pero en las multíparas hubo significativamente mayor tasa de concepción en el grupo de las vacas que mantuvieron o ganaron condición corporal que en el de las que perdieron. En el estudio de Carvalho et al. (2014) la diferencia entre las animales que ganaron o mantuvieron condición corporal en las primeras 3 semanas y las que perdieron se dio tanto en multíparas como en primíparas (Figura 1).

 

Presentación1

Figura 1. Tasas de concepción al primer diagnóstico a 35-40 días de vacas que perdieron, mantuvieron o ganaron condición corporal (en las primeras 3-4 semanas posparto) en dos estudios.

  • Hubo una relación lineal entre la pérdida de condición corporal y la tasa de concepción en la segunda y tercera inseminación en el grupo de las vacas que perdieron condición corporal. Las vacas que perdieron más condición corporal durante los 30 primeros días tuvieron menos tasa de concepción. El análisis de la supervivencia indica que las vacas que mantuvieron o ganaron condición corporal quedaron preñadas antes que las que perdieron condición corporal. En el estudio de Carvalho también se realizó un análisis de supervivencia y se reportaron medias de días a concepción especialmente bajas: 128 para las vacas que perdieron condición corporal, 113 para las que mantuvieron y 84 para las que ganaron condición corporal.
  • Las vacas con días abiertos (intervalo partoDar a luz un ternero.-concepción) por debajo de 130 días tuvieron un 75% más de probabilidad de mantener o ganar condición corporal al principio de la siguiente lactación comparado con las vacas con días abiertos por encima de 130 días (28% vs 16%; p=0,001) (Figura 2).
figura 2

Figura 2. Porcentaje de vacas que mantuvieron o ganaron condición corporal en la siguiente lactación en los grupos que quedaron gestantes después o antes de 130 días de posparto.

Figura 3 (1)

Figura 3: Probabilidad de tener un ternero macho según el grado de pérdida de condición corporal) (de Middleton et al., 2019).

Conclusiones

Aunque la gran mayoría de las vacas tienen un balance energético negativo con una importante pérdida de condición corporal, es posible minimizar esta pérdida e incluso tener una subpoblación de vacas que mantienen o ganan condición corporal en las primeras 3-4 semanas después del partoDar a luz un ternero.. Esta minimización de la pérdida, mantenimiento o ganancia de condición corporal influyen muy positivamente en la salud, en la fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón y en el mantenimiento de la gestaciónEstado entre la implantación y el parto de las hembras gestantes de especies vivíparas., influyendo en los días a concepción de esas vacas. También el uso de protocolos de fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón en la primera inseminación y un programa intensivo de resincronización de todas las vacas de la explotación mejoran las probabilidades de que las vacas queden gestantes antes de 130 días con una distribución de días a concepción homogénea. Hay que destacar que estos datos corresponden a explotaciones no estacionales, y que pueden ser muy diferentes en explotaciones con una estacionalidadSe refiere a las especies que se reproducen en temporadas específicas en función del fotoperiodo, como ovejas y cabras. marcada, por ejemplo por estrés por calor.

A su vez, se ha visto que las vacas que quedan gestantes antes de 130 días tendrán de nuevo una mayor probabilidad de mantener o ganar condición corporal durante los primeros 30 días de la siguiente lactación, llevando nuevamente a una mejora en los parámetros de salud y eficiencia reproductiva y en resumen a un mayor probabilidad de estar gestantes de nuevo antes de 130 días postparto. Es importante identificar los factores que existen en cada explotación que pueden influir en el balance energético para poder optimizar la transición y lograr esta secuencia de acontecimientos beneficiosos.

Este fenómeno se ha denominado “El ciclo de la alta fertilidadCapacidad de un organismo vivo para reproducirse. Desde el punto de vista zootécnico: capacidad de parir un ternero, un cordero, un cabrito o un lechón” (Middleton 2019).

Referencias

[1] Britt J. Impacts of early postpartum metabolismo n folicular development and fertility. Proceedings of New Concepts in the Interactions of Nutrition and Reproduction. Nº 24. 1992. [2] Carvalho P. D., Souza A. H., Amundson M. C., Hackbart K. S., Fuenzalida M. J., Herlihy M. M., Ayres H., Dresch A. R., Vieira L. M., Guenther J. N., Grummer R. R., Fricke P. M., Shaver R. D., Wiltbank M. C.. Relationships between fertility and postpartum changes in body condition and body weight in lactating dairy cows. J Dairy Sci, 97 (6), 3666-83 2014. DOI: 10.3168/jds.2013-7809 [3] Middleton E.L., Minela T., Pursley J.R. The high-fertility cycle: how timely pregnancies in one lactation may lead to less body condition loss, fewer health issues, greater fertility, and reduced early pregnancy losses in the next lactation. J Dairy Sci. 2019 Jun; 102(6): 5577-5587. DOI: 10.3168/jds.2018- 15828

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